La Feria de la Trufa de Abejar cerró sus puertas con datos que señalan el éxito de esta decimotercera edición. Según la información publicada por Diario de Soria, en total, 5.200 personas pasaron por el pabellón durante el fin de semana, lo que supera incluso las expectativas. El sábado, en el que estuvo abierta mañana y tarde, se entregaron en el acceso 3.500 entradas. En la mañana de ayer domingo, otras 1.700.
A ellos se sumaron cientos de personas que acudieron hasta la finca trufera municipal ‘El Barranco’ para disfrutar ayer del concurso de caza de la trufa. El insistente frío no frenó el interés por esta cita que pone la imagen más simpática a la Feria, y en la que participaron 24 canes con sus propietarios.
El alcalde de Abejar, Antonio Romero, señaló que la expectación «ha sido tremenda. El ambiente ha sido buenísimo con la gente, con las familias y los niños que han subido a verlo». De hecho «hemos estado tan a gusto» que el público aguantó casi dos horas a pesar de los rigores invernales. «Son cosas espectaculares con las que habrá que seguir», apuntó.
En definitiva, en esta feria «estamos más que satisfechos con el balance» que resumió como «muy positivo». Tal y como recordó, lograr rebasar los 5.000 visitantes en un fin de semana «para un pueblo de 370 habitantes es algo que nos deja muy satisfechos». A ello se suma el hecho de que las cifras van en aumento. Si el año pasado fueron 4.500 los interesados por la trufa que pasaron por la cita abejareña, este año el porcentaje ha subido un sensible 15,5%, confirmando la paulatina entrada de la sociedad en el consumo e interés por el hongo.
Otra de las cuestiones destacadas de la Feria fue el hecho de que «el 80% de los que acuden no residen en nuestra provincia», lo que supone que más de 4.000 turistas han pasado por las instalaciones abejareñas. De hecho, durante ambas jornadas se pudieron ver incluso autobuses desplazados hasta la localidad para unirse al evento.
«Todos los años digo lo mismo porque es algo que va a más, vamos mejorando y hay un montón de datos que nos lo contrastan». Este año, gracias a las entradas que daban derecho a participar en el sorteo de trufas, «tenemos un dato fiable que nos dice dónde estamos y a dónde vamos».